Todos hemos tenido un dèjá vu. Y aquí y ahora, sabemos que estamos, que existimos o que al menos estamos en ello. En esta serie de entradas al blog me apetece juntar trozos de obras de cine, cómic o libros que son muy similares. Y la similitud se da en la distancia, tanto temporal como geográfica. Existen homenajes claros, desde algunos sutiles hasta otros que apelan a la parodia. Pero en mi caso no voy a lo evidente. Para eso es más fácil acceder a imdb, buscar una película por su título y bajar hasta la sección de trivia.
Sin embargo hay escenas y personajes, pasajes e imágenes que no creo que sean una coincidencia buscada, pero sí son momentos muy iguales en historias distintas. Esta semana he caído en la cuenta de dos obras que guardan un momento similar, tanto visual como argumentalmente. Las obras en cuestión son, a mi modesto entender, dos obras cumbres de la ficción científica catastrofista.
La más antigua es "El Eternauta", de Oesterheld y Solano López. Tomé contacto con esta historia cuando le encontré, entre un montón de revistas de coches un ejemplar de "Hora Cero" a mi padre, cuando vivíamos en Argentina. La revista en si no me pareció, niño como era entonces, nada atractiva en sus primeras páginas. Al hojearla descubrí que dentro tenía cómics, y entre ellos un trozo del "El Eternauta". Algunos años más tarde, a base de préstamos de amigos del barrio conseguí perfilar la historia, pero nunca llegué a concluirla. Hace un par de años, gracias a la edición de Norma Editorial, he por fin leído la historia original completa, de cabo a rabo. Se que hay secuelas, en la misma linea, e incluso variaciones (como un mundo poblado por bovinos) y crossovers (en otras historias aparece el protagonista).
La obra más nueva es "28 dias después...", película inglesa de 2002, dirigida por Danny Boyle con guión de Alex Garland. Esta película fue de las primeras que alquilé en DVD. Y la vi porque me la recomendaron boca a boca (lo que ahora se conoce por márketing viral). Después tuvo una secuela, pero no he llegado a verla.
En ambas historias el protagonista se ve involuntariamente en el medio de un desastre. El primero una invasión de alienígenas, el segundo una infección que vuelve zombies a las personas. En ambas historias la cuestión fundamental es no contaminarse: del polvo blanco que te mata o del virus letal que te esclaviza.
Y en ambas hay un momento muy similar. Tremendamente igual. Un pequeño momento de caos, al borde de la muerte en el que el protagonista descubre que hay ayuda fuera...
Sin embargo hay escenas y personajes, pasajes e imágenes que no creo que sean una coincidencia buscada, pero sí son momentos muy iguales en historias distintas. Esta semana he caído en la cuenta de dos obras que guardan un momento similar, tanto visual como argumentalmente. Las obras en cuestión son, a mi modesto entender, dos obras cumbres de la ficción científica catastrofista.
La más antigua es "El Eternauta", de Oesterheld y Solano López. Tomé contacto con esta historia cuando le encontré, entre un montón de revistas de coches un ejemplar de "Hora Cero" a mi padre, cuando vivíamos en Argentina. La revista en si no me pareció, niño como era entonces, nada atractiva en sus primeras páginas. Al hojearla descubrí que dentro tenía cómics, y entre ellos un trozo del "El Eternauta". Algunos años más tarde, a base de préstamos de amigos del barrio conseguí perfilar la historia, pero nunca llegué a concluirla. Hace un par de años, gracias a la edición de Norma Editorial, he por fin leído la historia original completa, de cabo a rabo. Se que hay secuelas, en la misma linea, e incluso variaciones (como un mundo poblado por bovinos) y crossovers (en otras historias aparece el protagonista).
La obra más nueva es "28 dias después...", película inglesa de 2002, dirigida por Danny Boyle con guión de Alex Garland. Esta película fue de las primeras que alquilé en DVD. Y la vi porque me la recomendaron boca a boca (lo que ahora se conoce por márketing viral). Después tuvo una secuela, pero no he llegado a verla.
En ambas historias el protagonista se ve involuntariamente en el medio de un desastre. El primero una invasión de alienígenas, el segundo una infección que vuelve zombies a las personas. En ambas historias la cuestión fundamental es no contaminarse: del polvo blanco que te mata o del virus letal que te esclaviza.
Y en ambas hay un momento muy similar. Tremendamente igual. Un pequeño momento de caos, al borde de la muerte en el que el protagonista descubre que hay ayuda fuera...
El Eternauta | 28 dias después |
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