La última vez que afronté la tarea de relatar algo interesante en el blog se presentó ardua. Las cosas interesantes suceden, a menudo, en días no consecutivos. Y la creciente sensación de que nos vamos a morir de aburrimiento me impulsa a retomar este blog. No pretendo hacer de estas lineas otra cosa que un pequeño recopilatorio de reflexiones y de una oferta de cosas que aprendí, y que quiero compartir.
Por ser el primer día, vamos con algo que quiero que ocupe muchas entradas de este blog: Linux.
Empecé a trabajar con esta maravilla en el año 1997. Y todo sea dicho, por culpa de Windows 95. En esa época estaba trabajando en los comienzos de mi tesis doctoral, en el modelado de convertidores conmutados de CC a CC. Al principio me ilusionó poder trabajar con el paquete MATLAB, que acababa de incorporar Simulink. Esta herramienta gráfica permite describir sistemas a base de interconectar y configurar diferentes bloques. Y me facilitó enormemente la tarea, excepción hecha cuando algo fallaba y no tenía ni idea de qué era. Me desesperaba esperar por algunas simulaciones durante un par de horas, para luego descubrir que no había nada de resultados. Y la culpa en este caso fue de Windows 95. Una vez agotada la memoria RAM y el archivo de intercambio del disco duro, no había ni una sola pista.
Afortunadamente un compañero de trabajo me sugirió que probara un sistema operativo nuevo, que además era gratis (si, sé que es libre, pero en esos tiempos la palabra que se usaba era gratis). Y que había una versión de MATLAB para el mismo. Pero el problema para un neófito era cuál de todas las distribuciones usar. Leí artículos durante un par de días y finalmente me decidí por S.u.S.E 5.6, que venía en una caja con 2 CDs y un manual de instalación y configuración. Recuerdo haberla comprado por teléfono, a un distribuidor en Valencia, y recibirla en Vigo una semana después. Me pasé un par de días leyendo como hacer para instalarla y poder seguir trabajando en windows. Y lo conseguí, y a continuación instalé MATLAB 6.4, y Simulink, y pude descubrir que algunas de mis simulaciones estaban bloqueadas por el excesivo consumo de memoria.
Y como una cosa lleva a la otra, me empecé a conectar por la red a máquinas Sun, y sin querer acabé usando Solaris. Y todos los años que me pasé maravillado con Windows 3.11 y 95 se quedaron en un fiasco. Al DOS 4.X y 5.0 ya lo tenía bastante trillado, pero también lo tuve claro: era monopuesto, monousuario y monotarea. Incluso estuvimos probando la red de Novell allá por el curso 1991 / 1992, ejecutada sobre DOS. Era rápida, práctica y rudimentaria.
Y hasta ahora, que estoy buscando la fecha para dar el salto de opensuse 13.2 a opensuse 42. ¡Por que la respuesta siempre es 42!
He programado en BASIC del Microdigital TK-85 (ZX-81); en un TRS-80; Pascal en un Apple II; FORTRAN en el último mini main frame que tuvo la FEI; he instalado DOS (IBM, MS) de la 1.X a la 5.X, todos los sabores de Microsoft Windows que han caido en mis manos; alguna vez he trasteado con Mac OS y, ahora que las máquinas virtuales están al orden del dia, he trasteado con Xen y con KVM, sin dejar de probar VMWare. He tenido el honor de jugar en varias Ataris 2600 y en una Atari 5200. Dejo las calculadoras científicas y programables para otro post.
He programado en BASIC, Pascal, una rutina en LISP, algunas chorradas en ensamblador, y mucho, mucho en C y PHP. He toqueteado código en Perl y C++. Sigo aprendiendo SQL.
¡Feliz nueva órbita elíptica alrededor del Sol!
Por ser el primer día, vamos con algo que quiero que ocupe muchas entradas de este blog: Linux.
Empecé a trabajar con esta maravilla en el año 1997. Y todo sea dicho, por culpa de Windows 95. En esa época estaba trabajando en los comienzos de mi tesis doctoral, en el modelado de convertidores conmutados de CC a CC. Al principio me ilusionó poder trabajar con el paquete MATLAB, que acababa de incorporar Simulink. Esta herramienta gráfica permite describir sistemas a base de interconectar y configurar diferentes bloques. Y me facilitó enormemente la tarea, excepción hecha cuando algo fallaba y no tenía ni idea de qué era. Me desesperaba esperar por algunas simulaciones durante un par de horas, para luego descubrir que no había nada de resultados. Y la culpa en este caso fue de Windows 95. Una vez agotada la memoria RAM y el archivo de intercambio del disco duro, no había ni una sola pista.
Afortunadamente un compañero de trabajo me sugirió que probara un sistema operativo nuevo, que además era gratis (si, sé que es libre, pero en esos tiempos la palabra que se usaba era gratis). Y que había una versión de MATLAB para el mismo. Pero el problema para un neófito era cuál de todas las distribuciones usar. Leí artículos durante un par de días y finalmente me decidí por S.u.S.E 5.6, que venía en una caja con 2 CDs y un manual de instalación y configuración. Recuerdo haberla comprado por teléfono, a un distribuidor en Valencia, y recibirla en Vigo una semana después. Me pasé un par de días leyendo como hacer para instalarla y poder seguir trabajando en windows. Y lo conseguí, y a continuación instalé MATLAB 6.4, y Simulink, y pude descubrir que algunas de mis simulaciones estaban bloqueadas por el excesivo consumo de memoria.
Y como una cosa lleva a la otra, me empecé a conectar por la red a máquinas Sun, y sin querer acabé usando Solaris. Y todos los años que me pasé maravillado con Windows 3.11 y 95 se quedaron en un fiasco. Al DOS 4.X y 5.0 ya lo tenía bastante trillado, pero también lo tuve claro: era monopuesto, monousuario y monotarea. Incluso estuvimos probando la red de Novell allá por el curso 1991 / 1992, ejecutada sobre DOS. Era rápida, práctica y rudimentaria.
Y hasta ahora, que estoy buscando la fecha para dar el salto de opensuse 13.2 a opensuse 42. ¡Por que la respuesta siempre es 42!
He programado en BASIC del Microdigital TK-85 (ZX-81); en un TRS-80; Pascal en un Apple II; FORTRAN en el último mini main frame que tuvo la FEI; he instalado DOS (IBM, MS) de la 1.X a la 5.X, todos los sabores de Microsoft Windows que han caido en mis manos; alguna vez he trasteado con Mac OS y, ahora que las máquinas virtuales están al orden del dia, he trasteado con Xen y con KVM, sin dejar de probar VMWare. He tenido el honor de jugar en varias Ataris 2600 y en una Atari 5200. Dejo las calculadoras científicas y programables para otro post.
He programado en BASIC, Pascal, una rutina en LISP, algunas chorradas en ensamblador, y mucho, mucho en C y PHP. He toqueteado código en Perl y C++. Sigo aprendiendo SQL.
¡Feliz nueva órbita elíptica alrededor del Sol!
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