Escogiendo el hardware
Digamos que toda la familia (y cuando digo toda, digo desde los abuelos a los más pequeños) son un variado y heterogéneo conjunto de usuarios de portátiles, tablets y teléfonos móviles; de diferentes marcas y sistemas operativos. Así tenemos un buen puñado de hardware y software, para todos los gustos y colores (puyas aparte). La mejor manera de compartir cosas es tener un servidor con un servicio tipo nube, pero debido a la gran cantidad de fotos, vídeos y otros documentos (como libros de recetas en pdf o doc), la cantidad de datos a almacenar es enorme y, mirando los servicios y precios, el coste es prohibitivo. Añadamos a esto el riesgo latente de perder (por la simple confusión o el descuido) las valiosas memorias, así que hay que garantizar que exista una copia de seguridad. Suena a una gran necesidad de recursos, pero sólo somos familia.
Y unos cuantos de nosotros queremos disfrutar de la posibilidad de copia (de seguridad) sincronizada
en la nube, como la que ofrecen servicios bien conocidos como Dropbox, Google Backup and Sync (el viejo Drive), Microsoft One y Mega (entre otros). Algunos de estos servicios ya los uso en mi trabajo en la Universidad de Vigo, y otros para colaborar con la IEEE IES Society.
Las preguntas para este proyecto son: ¿Se puede hacer algo así en casa? ¿Que equipo puede usarse y cuanto cuesta? ¿Será fácil de usar para todos?
Y conste que no somos un grupo que haga transferencias masivas de datos, somos familia, y nuestro acceso de fibra óptica puede ser suficiente. Si el servidor está en casa, tenemos acceso simétrico de 100 MiB/s que puede ser suficiente, ya que lo que más se va a compartir son fotos y vídeos cortos. Y no queremos instalar nada como Kodi. Con poder compartir los ficheros está bien. Y para este trabajo parece que una Raspberry Pi puede ser suficiente, con un disco duro externo acoplado. Y un segundo disco duro (fuera de linea) que sirva para hacer una copia de seguridad semanal, de los ficheros y de la base de datos.
Bueno, esto es un proyecto casero, así que intento mantener las decisiones dentro de un balance correcto entre coste y calidad. Mi primera opción, debido al precio, es un Raspberry Pi 3 Starter Kit (R3). Estos kits incluyen la placa de la R3, una caja de plástico para meterla, un cable HDMI, la fuente de alimentación y, a veces, radiadores de aluminio o cobre. Estos últimos son necesarios para aplicaciones que demandan uso intensivo de los núcleos ARM. De cualquier forma, añadírselos no va a perjudicar para nada el rendimiento del sistema. Vamos a necesitar una tarjeta microSD con el software, que algunos kits ya lo traen incluido, un teclado y un ratón USB. Este tipo de kits se pueden encontrar por unos 80€ / 90$.
Hay otras placas de desarrollo similares, que pueden ejecutar Android, Linux, Windows y otros sistemas operativos. Pero para mi está bien. Como soy usuario de opensuse desde 1995, y hay imágenes de la distribución Leap 42.3 listas para ejecutarse en la R3, aquí el corazón manda sobre la mente.
También me hace falta un cable RJ45, por que más tarde la R3 la voy a conectar directamente al router de a 100 Mbit/s. Usar el acceso Wi-Fi no es una buena idea, por que los routers que tenemos en casa son un poco viejunos, y lo normal es enganchar a 11 Mbit/s, o con un poco de suerte a 54M bit/s. Y si en casa lo normal es que tengamos los teléfonos móviles encendidos y conectados a la Wi-Fi, pues tendremos que compartir ese ancho de banda entre todos, y somos familia 😃.
Y disco duro, uno de gran capacidad. Como dije antes, voy a intentar mantener el proyecto dentro de unos márgenes aceptables. Para probar voy a usar un viejo disco duro de 290 GiB (320 GB), que compré hace bastante tiempo para copias de seguridad. Un modelo Packard Bell Store & Save de hace, por lo menos, diez años. Es enorme en tamaño físico y pequeño en capacidad, pero funciona bien y seguía esperando una segunda oportunidad en un cajón. Se va a convertir en el compañero de fatigas de la R3. Si luego todo funciona correctamente, la compra de un disco externo de 5 TB van a ser 145 € / 160 $.
El presupuesto para esta primera prueba está en los 100 €. Nada que objetar. Un sistema más completo estará en los 250 €.
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Digamos que toda la familia (y cuando digo toda, digo desde los abuelos a los más pequeños) son un variado y heterogéneo conjunto de usuarios de portátiles, tablets y teléfonos móviles; de diferentes marcas y sistemas operativos. Así tenemos un buen puñado de hardware y software, para todos los gustos y colores (puyas aparte). La mejor manera de compartir cosas es tener un servidor con un servicio tipo nube, pero debido a la gran cantidad de fotos, vídeos y otros documentos (como libros de recetas en pdf o doc), la cantidad de datos a almacenar es enorme y, mirando los servicios y precios, el coste es prohibitivo. Añadamos a esto el riesgo latente de perder (por la simple confusión o el descuido) las valiosas memorias, así que hay que garantizar que exista una copia de seguridad. Suena a una gran necesidad de recursos, pero sólo somos familia.
Y unos cuantos de nosotros queremos disfrutar de la posibilidad de copia (de seguridad) sincronizada
en la nube, como la que ofrecen servicios bien conocidos como Dropbox, Google Backup and Sync (el viejo Drive), Microsoft One y Mega (entre otros). Algunos de estos servicios ya los uso en mi trabajo en la Universidad de Vigo, y otros para colaborar con la IEEE IES Society.
Las preguntas para este proyecto son: ¿Se puede hacer algo así en casa? ¿Que equipo puede usarse y cuanto cuesta? ¿Será fácil de usar para todos?
Y conste que no somos un grupo que haga transferencias masivas de datos, somos familia, y nuestro acceso de fibra óptica puede ser suficiente. Si el servidor está en casa, tenemos acceso simétrico de 100 MiB/s que puede ser suficiente, ya que lo que más se va a compartir son fotos y vídeos cortos. Y no queremos instalar nada como Kodi. Con poder compartir los ficheros está bien. Y para este trabajo parece que una Raspberry Pi puede ser suficiente, con un disco duro externo acoplado. Y un segundo disco duro (fuera de linea) que sirva para hacer una copia de seguridad semanal, de los ficheros y de la base de datos.
Bueno, esto es un proyecto casero, así que intento mantener las decisiones dentro de un balance correcto entre coste y calidad. Mi primera opción, debido al precio, es un Raspberry Pi 3 Starter Kit (R3). Estos kits incluyen la placa de la R3, una caja de plástico para meterla, un cable HDMI, la fuente de alimentación y, a veces, radiadores de aluminio o cobre. Estos últimos son necesarios para aplicaciones que demandan uso intensivo de los núcleos ARM. De cualquier forma, añadírselos no va a perjudicar para nada el rendimiento del sistema. Vamos a necesitar una tarjeta microSD con el software, que algunos kits ya lo traen incluido, un teclado y un ratón USB. Este tipo de kits se pueden encontrar por unos 80€ / 90$.
Hay otras placas de desarrollo similares, que pueden ejecutar Android, Linux, Windows y otros sistemas operativos. Pero para mi está bien. Como soy usuario de opensuse desde 1995, y hay imágenes de la distribución Leap 42.3 listas para ejecutarse en la R3, aquí el corazón manda sobre la mente.
También me hace falta un cable RJ45, por que más tarde la R3 la voy a conectar directamente al router de a 100 Mbit/s. Usar el acceso Wi-Fi no es una buena idea, por que los routers que tenemos en casa son un poco viejunos, y lo normal es enganchar a 11 Mbit/s, o con un poco de suerte a 54M bit/s. Y si en casa lo normal es que tengamos los teléfonos móviles encendidos y conectados a la Wi-Fi, pues tendremos que compartir ese ancho de banda entre todos, y somos familia 😃.
Y disco duro, uno de gran capacidad. Como dije antes, voy a intentar mantener el proyecto dentro de unos márgenes aceptables. Para probar voy a usar un viejo disco duro de 290 GiB (320 GB), que compré hace bastante tiempo para copias de seguridad. Un modelo Packard Bell Store & Save de hace, por lo menos, diez años. Es enorme en tamaño físico y pequeño en capacidad, pero funciona bien y seguía esperando una segunda oportunidad en un cajón. Se va a convertir en el compañero de fatigas de la R3. Si luego todo funciona correctamente, la compra de un disco externo de 5 TB van a ser 145 € / 160 $.
El presupuesto para esta primera prueba está en los 100 €. Nada que objetar. Un sistema más completo estará en los 250 €.
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